La Provincia de EL Oro, generalmente reconocida, o más bien, su capital Machala, reconocida como la “Capital bananera del mundo” dato que a día de hoy no es tan así, al menos en números. En datos publicados en febrero de 2017 en América Economía se revela que, entre las tres principales provincias productoras de Banano (Guayas, El Oro, y Los Ríos) el Oro ocupa el tercer lugar con 1´379.521 t. de Banano, lo cual claramente echa abajo la teoría de ser la capital bananera del mundo. Si esto parece desalentador, es mucho más grave (en mi criterio) la relación de productividad, al comparar las provincias antes señaladas, producto de la falta de apuesta seria y decidida hacia formas de asociación y cooperativismo… ojo no me refiero en exclusiva al tipo uno de cooperativismo (cooperativismo agrícola), sino a la apuesta hacia los dos niveles siguientes, que permitan la transformación y la comercialización a gran escala. La provincia cuenta con una geografía privilegiada, ya que para todos los orenses no es desconocido, que El Oro cuenta con dos espacios geográficos bien definidos, la costa, y lo que denominamos “la Parte Alta” caracterizado principalmente por un clima más andino y lluvioso.

Parte del encanto, está en la bondad de la naturaleza a lo largo de la provincia, con bosques (incluso petrificados) al alcance de la mano, y en sus diferentes demostraciones; reservas naturales (como la de Buenaventura); islas de reciente explotación turística (como Santa Clara); patrimonios culturales (Zaruma) tradicionales e incluso algunos que no han sido tratados técnicamente hasta ahora (Yacuviñay); y tantos otros tesoros. Como técnico en el área de Desarrollo Local, me queda claro que no hemos sido contundentes al diferenciar entre un atractivo turístico y un destino turístico , y ese ruido de definiciones nos lleva a un incipiente aprovechamiento del paisaje y paisanaje que nos rodea.

En este sentido, y acorde a los datos del Censo poblacional del INEC (2010), la provincia cuenta con más de 600.000 habitantes; el dato curioso se presenta en que casi tres cuartas partes de la población se encuentra en tres Cantones (Machala, Santa Rosa y Pasaje). Más allá de esto y de considerar la alta concentración de población en estos cantones, como una consecuencia de la deslocalización o de la globalización en su contexto más evidente, es preocupante por ejemplo, el hecho que la población de la denominada parte alta, a más de ser muchísimo más reducida, es la que tiene mayor porcentaje de población que sobrepasa la media de la provincia, en cuanto a los mayores de 65 años. Sí los jóvenes se marchan, por cualquier motivo: estudio(como yo), trabajo, familia, etc., simplemente no regresan, y por ende la disponibilidad de mano de obra en edad de trabajar se afecta, y afecta el consumo en determinados bienes.

En la figura previa, extraída del INEC, se puede notar que la despoblación y el envejecimiento de los Orenses claramente ha sido afectado en relación a otros períodos considerados (1990.2001.2010). Esto en el panorama general, pero como se dijo en líneas anteriores, en la Parte alta, esto es más evidente.

Uno podría pensar que la principal motivación para que se abandone los cantones, es para mejorar el nivel de ingresos , o inclusive acceder a un trabajo en mejores condiciones. La misma pregunta se planteó el INEC, y la respuesta no fue nada alentadora, ya que en el caso de los hombres, la principal actividad, es la que tiene que ver con “ocupaciones elementales”, dicho de otra manera actividades de baja cualificación (relación directa al ingreso).

No me he olvidado de las mujeres, ya que a parte de lo que pueda mostrar este gráfico, hay una situación con mayor “condumio”, el hecho de que de las 238.000 mujeres en edad de trabajar, tan solo 82.000 se encuentran efectivamente en el Rubro de la Población económicamente activa(PEA). Si esto parece grave, me imagino que usted señor lector se alarmará cuando sepa que, según estimaciones para el año 2021 la Provincia de El Oro tendría 715.000 habitantes.